viernes, 19 de diciembre de 2014

El lado Oscuro

Estoy convencida que todos tenemos un lado oscuro que no es agradable, aquello que nos hace irritables e indeseables de a ratos ante terceros. Hay quienes ese lado oscuro lo tienen muy desarrollado y son mas bien pocas las veces que son compañía agradable para otros..pero lo cierto es que todos lo tenemos. Mi punto de vista es que uno se debe quedar con lo bueno que cada quien tiene, y ese lado que no nos gusta simplemente lo evitamos o lo ignoramos; por supuesto mientras sea tolerable; y siempre y cuando la base de nuestros valores sean compartido entre ambos. Si no es así, simplemente estará fuera del circulo de  personas con la que me gusta relacionarme.

El venezolano standard tiene ese lado oscuro que ha estado potenciándose en los últimos años a raíz de la situación del país. El venezolano es risueño, cálido, tolerante y ello le ha permitido a Venezuela convertirse en cuna de una inmensa inmigración. El inmigrante llega a este país y se siente en casa desde un inicio. Son cualidades no muy comunes y por ello han sido nuestra mejor carta de presentación. Sin embargo, por el otro lado, el venezolano es vivo, no le gusta cumplir reglas, es impuntual, mentiroso cuando se trata de buscar excusas para faltar al trabajo, no tiene idea de lo que es cuidar y mantener lo suyo, y tiene entre sus prioridades su imagen por encima de la educación y la salud.

Obviamente la nobleza de carácter que le hace ser amigo de todos la usa para mantenerse a punta de palanca para conseguir todo. Siempre tiene un contacto que le busca lo que necesita; desde un puesto en el estadio, hasta un crédito en el banco.

El problema aquí es que el lado oscuro de los ciudadanos se ha vuelto un fenómeno sin precedentes. La viveza se ha agudizado y se nos hace insoportable para todos los demás, los raspa-cupos de las tarjetas de crédito, los importadores de conteiners vacíos, los que cambian el dolar negro teniendo dolares preferenciales,el que compra lo escaso para revender al doble o triple, en fin. Las ausencias en el trabajo de los empleados se han potenciado y los ratos de trabajo eficiente son tan pocos que se hace insostenible para cualquier empresario o comerciante. Ahora todos sin excepción salen disparados de donde estén si les avisan a las 10 am que hay la escasa harina pan, o leche, en el supermercado cerca de la oficina. Ya las excusas de la abuelita enferma, la mama que se cayó o la comida que me cayó mal ayer son tan repetitivas que apestan.  La impuntualidad se convirtió en un problema menor; sin embargo es tanto el abuso que ya no es tolerable. La palabra de un compromiso se ha vuelto nada.

El venezolano aplica entonces su cualidad de tolerancia y "buena vibra" para aceptar de lo mas natural que esta forma de vivir son parte de lo que toca hacer para "salir pa lante". Se lo vacila, lo cuenta como sus logros y ademas tiene un montón de "panas" que se lo celebran.."..."este tipo si se sabe mover".

Este venezolano es el que defiende a su país con un patriotismo tan falso que ni el se lo cree, diciendo...crisis hay en todas partes," aquí todavía se vive bien". Por supuesto saben que con esa forma de vivir y de hacer las cosas en ningún país podrán sobrevivir sin meterse en problemas.

Tengo que reconocer que mi filosofía de quedarme con lo bueno de cada quien cada vez me cuesta más aplicarla para quienes me rodean en este país, y mi círculo de relaciones es cada vez más pequeño. Si hay algo que no entra en esa negociación de lo agradable y desagradable es tener en mi entorno gente que se olvidó que el mas grande honor de un ser humano es lograr las cosas que tiene con el sudor del trabajo digno y que una "pequeña mentira" es una manera marginal de resolver las cosas.






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