jueves, 17 de octubre de 2019

Los headhunters: los dinosuarios del reclutamiento.

Hoy en día reclutar personal es una de las dificultades más complejas de afrontar en las empresas de todo tamaño. En la actualidad no es sólo encontrar a los talentos, sino que ellos quieran trabajar en nuestra empresa.

Employeer Branding es un tema obligatorio en las mejores escuelas de negocios del mundo. Tenemos que hacer ver nuestras fortalezas como empresa y los objetivos particulares en la posición que buscamos a nuestros talentos, a la par de descubrir quién es el. Es un proceso de "engagement" que tiene final feliz si ambas partes descubrieron que hay afinidad. Ese es un proceso de reclutamiento en el mundo de hoy.

Sin embargo tenemos la herencia de los headhunters de la era industrial, los cuales se niegan a re-inventarse en su mayoría, mientras la escalada en aumento de los sitios web que les permiten a las empresas acceder al "pool"de talentos que necesitan ya filtrados, es evidente.

Si hay algo que destruye la imagen de una empresa es la llamada pre-potente de un reclutador en nombre de ella. Las grandes empresas en su mayoría usan aún estos recursos para acceder a profesionales para sus vacantes, dejando por fuera estoy segura extraordinarios talentos que se negaron a caer en las redes de burocracia de un headhunter.

La transparencia en el proceso, la frescura de una conversación franca dando pie a descubrir quien es el potencial talento es algo que queda por fuera en la mayoría de los procesos. El nivel de estrés que generan estos reclutadores dejando a escondidas la información real de lo que se busca, enfocándose en un interrogatorio estilo "FBI" de un profesional es algo que ya quedo en el pasado.

Ayer mi hijo mayor, un muchacho recién graduado con honores egresado de una buena universidad fue contactado por un headhunter para una vacante en un laboratorio súper importante. Sin dar mas detalles la persona le pedía que se tomara un avión a otra ciudad con sus propios recursos para una primera una cita con el headhunter, ya que la entrevista no lo hacen por teléfono sino en persona. Mi hijo, un muchacho de la nueva generación le responde que estaría dispuesto a trasladarse pero en otra etapa de un proceso, ya que entiende que en una primera etapa hay recursos que les permiten ir avanzando en conocer de ambas partes si él es útil a la organización y si la organización es un lugar donde a el le gustaría  trabajar. La persona del headhunter le respondió que si él no está dispuesto a costear su viaje para esta primera entrevista para ellos significa que no tiene interés. (imagínense si un muchacho de 23 años tiene presupuesto para costear el pasaje cada vez que se tiene una vacante!!!)

Mi hijo se sintió frustrado, necesita el trabajo, pero es imposible acceder a este tipo de recursos en un reclutamiento. La empresa quien contrata al headhunter ni se enteró de él y es muy posible que si sea interesante para ellos. No es una lástima?

Quizás un proceso así de cerrado e inflexible se justifique para pociones de alta jerarquía pero no para reclutar a un muchacho recién graduado. Por favor!!


jueves, 10 de octubre de 2019

Raíces y Tradiciones

No he sido nunca una persona muy afán de seguir las tradiciones religiosas, más si me considero alguien con fe en D-os y con un piso espiritual que me sustenta. Los rituales los veía caducos y muchos de ellos fuera del mundo actual.

Nunca imaginé celebrar un matrimonio judío pues mi adolescencia y juventud se desenvolvió en un medio laico prácticamente e incluso mas cercano al catolicismo que al judaísmo. Aprendí el Padre Nuestro de memoria en mi colegio de curas de bachillerato y en la Universidad no tuve ningún contacto con mis raíces a excepción de una vez al año que asistía a los rezos de Rosh Hashana y kipur en la sinagoga en Maracaibo en donde veía a las mujeres hablando entre ellas sin importar lo que el rabino decía.. Sólo me habían quedado en mi ADN los primeros años de infancia, que luego se convirtieron en algo fundamental en mi vida.

Después de culminar la Universidad y emigrar a la gran ciudad: Caracas, sentí la necesidad de llamar a un par de amigas de mi colegio primaria que eran mis únicos contactos en mi nuevo hogar. Además decidí inscribirme en el Club Social Judío porque me daba la facilidad de tener un espacio de distracción a bajo costo como joven soltera que era en ese momento. Mi abuela materna que venía de Argentina se mudó con mi hermana y conmigo y fue ella quien también me contaba lo esencial que se vuelven las raíces en la vida, es tu conexión innata. Mi abuela asistía a las actividades de la tercera edad también en el club y sin tener a nadie con quien hablar fuera de sus nietas comenzó a tener una vida social muy rica. Mientras yo trabajaba ella se iba y regresaba en autobús público al club. Cuando falleció fuera de su ciudad natal no estaba sola, ademas de sus hijos y nietos estaba rodeada de nuevas amigas que la quisieron mucho.

Fue así como poco a poco me dí cuenta que cuando estás en un medio ajeno en donde nadie te conoce y quizás "no te quiere conocer" porque cada quien anda en lo suyo y ya tiene sus amigos; es cuando te das cuenta que debes acudir a tus orígenes.

Mis dos o tres conocidas del colegio primaria me abrieron las puertas y comenzaron a ser "amigas". Salía poco a poco con muchachos que compartían mis mismos gustos, mis mismos valores, y en donde me sentía a gusto, me sentía en paz conmigo misma. Así un día a través de una de mis amigas del cole conocí a mi media naranja, me casé y celebré la típica boda judía, cosa que nunca me había imaginado. He seguido los rituales de hacer la circuncisión a mis hijos, celebrar el barmitzvah de ellos sin embargo es con el fallecimiento de mi mama que he comprendido que no sólo tus raíces espirituales te dan conexión sino que también de alguna manera ponen orden en tu casa cuando hay caos.

La religión es muy sabia en muchas cosas y una de ellas es en la tristeza. Te obliga a seguir unos rituales que lo que hacen es obligarte a seguir un camino de sanación.

En mi religión el fallecimiento de una madre es luto y rezo de 1 año para los hijos y 1 mes para el esposo...aja! aquí viene la primera lección. Nada más sabio que hacerle libre al conjugue de seguir adelante cuanto antes dado que es quien ha convivido con el fallecido en la intimidad seguramente en mas de la mitad de la vida. Y nada mas sabio que hacerle a los hijos por 1 año recordar y honrar a quien les dio la vida.

La religión nos obliga a sentarnos luego del entierro juntos a los familiares directos por 1 semana aproximadamente y se acostumbra amigos visiten y traigan comida a los familiares. Ello nos ayuda en los peores días a estar acompañado y mantenernos alimentados. A los 11 meses la religión nos hace descubrir la lapida de la tumba para cerrar el ciclo, un evento al que también nos acompañan amigos y familiares.

Este ciclo que cierro en unos días de terminar mi luto como hija  me ha traído esta gran reflexión y profundo descubrimiento de saber que las tradiciones además de conexión sirven de calmante cuando nos sentimos tristes.

Antes había pasado por situaciones muy críticas de las que salí adelante con esfuerzo y firmeza de carácter, no me había dado la oportunidad de acercarme a la religión para ayudarme en el proceso. Hoy me siento diferente, he descubierto el noble recurso que D-os pone a nuestro alcance para hacer mas ligeras estas travesías en momentos difíciles.

Espero estas líneas ayuden a alguien a buscar sus raíces y tradiciones, y entender como yo que son un extraordinario recurso en la vida.