miércoles, 17 de octubre de 2018

La caja de primeros auxilios

Hace 18 años, en el año 2000 vì la película Cadena de Favores (pay it foward) y recuerdo que me encantó. Siempre fui soñadora desde niña imaginando el mundo perfecto, con justicia y nobleza, en mi casa me llamaban mis padres en forma irónica La voz de la Fè, porque en mi ciudad natal Maracaibo había una emisora en la radio que tenìa un programa llamado así, en donde se trataba de hacer reflexionar a la gente sobre como hacer el bien.

He pasado por varios problemas serios como todos, quien no?  para salir adelante he tenido, como todos, que sacar las garras y convertirme en luchadora, en solucionadora de problemas. En mi recorrido siempre he reconocido la presencia de ángeles, personas que han hecho mucho por mí, que me han hecho incluso lo que soy. Pero no he tenido que pedir nada, he sido afortunada.

Pero pedir un favor, eso para mi no estaba en el diccionario. Pedir un favor significa molestar a alguien, sacarlo de su dìa a dìa, tomar de su tiempo para ayudarte. Eso para mì es sacar la caja de primeros auxilios, el ùltimo recurso.

En este año he tenido que sacar mi caja de primeros auxilios, sintiendo la desesperacion de ver sufrir a mi mamà de un cancer terminal a los 76 años. Mi mamà pasaba de ser una persona activa, que hacia ejercicio, que trabajaba, a ser un enfermo con dolores crónicos que no la dejan ni respirar unos minutos en calma. Su sufrimiento y el estar en un país sin acceso a medicamentos me ha impulsado a quitarme la pena y pedir, pedir, y pedir favores. Las medicinas de mi mamà casi todas han sido resultado de mucha gente que la ha traído en su equipaje, de personas que se han arriesgado a traer medicinas en donde la guardia en el aeropuerto puede molestarte por ello, o salir a buscar recipes médicos, a buscar en farmacias y en todo el mundo tratar de buscar los medicamentos que mi mamà necesita. La mayoría de los favores fueron de personas incluso desconocidas, que son amigos de amigos, gente hermosa, de noble corazón.

Lei hace poco un post en las redes de alguien que se quejaba que en su enfermedad los amigos no se acercaron, pues crèanme que en la enfermedad haces nuevos amigos. Cada quien tiene su vida y sus urgencias, y a veces esperamos de quienes no nos toca exigir porque quizás incluso nosotros mismos no fuimos una ayuda para ellos en sus problemas. A veces el recibir un favor es resultado de haber hecho un favor. Pero a veces recibes favores sin nada a cambio y mi eterno agradecimiento para quienes lo hicieron por mi mamà por amistad o solidaridad, sin nada a cambio . La sensibilidad ante la enfermedad no es algo que se exige, se tiene o no esa nobleza de saber que sì podemos hacer algo por los demas y que es importante. Saber còmo ayudar a otros no es algo fàcil, la mayorìa de los casos viene de la experiencia de haber tenido enfermos en el entorno directo, y no todos pasan por ello.

Los invito a reflexionar y a convertirse en un eslabón de una cadena de favores. Sepan a quien darle el favor, reconozcan la auténtica necesidad y en las urgencias que de verdad podemos hacer una pequeña o gran diferencia.  No todos somos iguales, hay quienes constantemente se la pasan pidiendo favores a los demás para absolutamente cualquier requerimiento, pero hay quienes como yo cuando pedimos algo es porque estamos abriendo la caja de primeros auxilios.

Dar dinero para una necesidad no es el tipo de favor del que hablo, eso es altruismo, hablo de personalmente involucrarte y hacer algo por otro ser humano que necesita de una mano. Si todos damos esa mano solidaria, comenzaríamos a cambiar el mundo de ser un lugar hostil y de supervivencia a un lugar colmado de amor y generosidad.










miércoles, 5 de septiembre de 2018

La burbuja

Definitivamente ante los problemas hay que buscar una burbuja, no queda otra. No es evadir, es enfrentarlos resguardando la salud emocional.

Me costo mucho entenderlo, ya que me sentía egoísta al querer tiempo para mi de calidad teniendo a mi mama con una enfermedad terminal. Me deje agobiar, me descuide como persona, descuide a mi familia, a mi esposo, a mi casa. Es inevitable haya abandono en el entorno, el tiempo es uno solo y no alcanza; y la energía es una sola y no alcanza. Sin embargo ese abandono por dedicarnos a cuidar a un ser querido enfermo no puede llegar a los limites de tu propia supervivencia.

Los enfermos terminales se vuelven egoístas ya que su realidad los atemoriza y se sienten frágiles y nada auto suficientes. Ello ejerce una presión muy grande en nosotros.

Mi punto de inflexión fue asistir al medico con mi papa, quien también se enfermo a raíz de esto, y recibir de las enfermeras hacia mi el trato como si yo  fuera su esposa y no su hija. Regrese a casa, me mire al espejo y entendí que no podía continuar así. Me estaba consumiendo en la enfermedad de mis padres, y ellos ya han vivido una larga vida, mientras la mía estaba por la mitad...mis hijos me necesitaban y mi esposo también.

Me dedique primero a buscar ayuda y una ayuda que se pareciera a lo que mi mama necesitaba , convencer a mi mama y papa que hay que pagarla, para eso son los ahorros. Una vez conseguí ayuda busque mi burbuja, mi tiempo de calidad fuera de los problemas.

Descubrí en esta nueva etapa que la vida sigue, que se puede en paralelo con la atención a mi mama continuar algunos proyectos y que así es la vida, una especie de malabarismo.

La vejez de nuestros padres, mantener la familia, la salud y alegría propia es un proyecto que merece darle el cuidado y justa atención. Recuerden siempre mantener su burbuja para que Ustedes sean capaces de llevar todo.


miércoles, 6 de junio de 2018

Primer filtro de seleccion de Personal: Sabe leer!

En mi experiencia como reclutador me he encontrado con la sorpresa que la mayor parte de los profesionales no saben leer, si entiéndase bien, no saben leer.

En el agite del día a día y la tecnología recibimos un correo y la mayoría de las personas responden sin haberse tomado el tiempo para revisar bien la información recibida y hacer los comentarios o preguntas pertinentes. Se quedan en el título, en lo superficial.

Para mí es el primer filtro cuando enviamos el detalle de una vacante a un potencial candidato. El correo lleva una serie de descripciones particulares y se pide acciones específicas. Los más calificados son los que atienden perfectamente a lo solicitado e incluso hacen observaciones sobre los aspectos que han leído que ellos consideran que no tienen entre sus competencias haciendo mención incluso a opciones sustitutivas.




domingo, 3 de junio de 2018

La Sra Maria

Hace 25 años contraté para ayudarme en mi casa a una señora llamada María, venía recomendada y desde el primer día hubo química entre nosotras. María era una señora andina que sola levantaba a sus 3 hijos, silenciosa, servicial y aunque físicamente se le veía el agotamiento y sacrificio que llevaba en sus espaldas, nunca se quejaba y más bien tenía buena cara y actitud positiva. Era una señora muy delgada, arrugada, encorvada, pero con una dulzura en su rostro muy especial. Yo era una jovencita de 25 años que trabajaba tambien todo el día y nos veíamos sólo temprano cuando ella llegaba a mi casa.  Nos perdimos un tiempo al yo mudarme y luego venía los sábados a cuidarme a mi hijo mayor mientras yo hacía mercado y las diligencias que durante la semana no podía hacer-

Por 20 años no la ví más y ayer nos volvimos a ver cuando me llamó para pedirme algo de trabajo, ya que nunca me olvidó ni a mí ni a mi hijo. Esta nueva señora María es una señora de 64 años, rellenita, con los cachetes rosaditos, los ojos vivaces, el cabello cuidado, erguida. Sí, la Sra María sembró y recogió. Tiene 3 hijos profesionales, casados con familia y ellos se encargan de ella. Me contaba que quería trabajo para ayudar a sus hijos, pero sus hijos no quieren que trabaje más.

Esta señora María esta mejor que cuando tenía 39 cuando nos conocimos. Su sacrificio por tantos años sus hijos lo vieron y la nobleza de la crianza los llevó a retribuir a su mamá.

Que belleza este encuentro y saber que como madres podemos tener la suerte de recoger la siembra del sacrificio. Esperemos tener la satisfacción de la Sra María en nuestras vidas.

jueves, 19 de abril de 2018

Agentes Contaminantes

En estas fechas en mi país enfrentamos momentos muy duros, vivimos en un ambiente de mucho sufrimiento en donde el grueso de la población está pasando hambre, el sector productivo se encuentra sobreviviendo tratando de mantener a sus empleados con una producción sin utilidad y en donde los profesionales como yo se han visto mermados en su productividad teniendo que acudir a los ahorros que con tanto esfuerzo se habían ido acumulando para nuestro retiro en un futuro, el cual quien sabe cómo nos tocará enfrentar.

Todos sabemos lo que sucede y lo que viene pero los que nos quedamos lo hacemos porque no tenemos otra mejor opción, porque decidimos sacrificarnos por darles un futuro afuera del país a nuestros hijos, porque no queremos dejar a nuestros viejos solos, porque queremos hasta el final defender nuestras propiedades compradas con mucho trabajo.

No necesitamos que nadie nos venga a resaltar ni a recordar y mucho menos advertir lo que vivimos, porque nosotros estamos en el país y muy bien informados. Cuando salimos a diario hacemos "tripas corazón" para hacernos la vida un poco más llevadera, hacemos ejercicio, vamos a la playita de vez en cuando, merendamos con las amistades, vamos al cine, y hacemos todo lo que aún la economía y la situación nos permita llevando un bajo perfil. No es fácil, el entorno es triste y afecta mucho, se trata de ayudar a quien se pueda, pero la impotencia ante lo inevitable es frustante.

Una de las situaciones más desagradables que vivimos es tener que calarse a los ciudadanos de "tránsito", aquellos que deciden emigrar temporalmente con la "visa que sea" pero que vienen de vez en cuando. Viven afuera pero vienen a la ciudad a ver sus propiedades, a hacerse exámenes médicos, a reunirse con los amigos, a tratar de tener lo mejor de ambos mundos. Estos ciudadanos no pierden la menor oportunidad de darte los enunciados de los economistas, de describirte la fatalidad de lo que viene, de decir que están felices de la tranquilidad que han ganado, de lo costoso de la vida afuera pero que vale la pena para tener paz. Te preguntan cúando te vas, qué planes tienes.  No hay otro tema de conversación para ellos. Estos son lo que yo llamo "agentes contaminantes", los que no aportan valor.

Me quedo con los que están afuera, no regresan porque se están fajando para salir adelante en otro país pero que no olvidan sus raíces, mandan dinero, medicinas y se preocupan por ayudar en lo poco que puedan a su gente. Son los anónimos, los que no lo comentan pero están más cerca de nosotros, los que brindan alegría y esperanza a quienes no les alcanza.

Cuídate de no convertirte en un agente contaminante y piensa más en qué valor puedes aportar a los que aún vivimos en el país.