martes, 19 de abril de 2022

Reset: Si tienes que empezar de nuevo, pues se empieza.

A raíz de una caída y una lesión que me ha paralizado por varios meses he descubierto algo que sabia pero me negaba a asumir. Por circunstancias y responsabilidades me toco asumir una vida muy agitada y acelerada, sin embargo en el camino además de hacerme daño, le hacia daño a mi entorno.

Me tocó poner pausa, dedicarme a recuperarme y en este proceso he descubierto que no es ni fácil ni corto el tiempo para bajarle dos a la velocidad y recuperar tu condición física y emocional. Es un estilo de vida que se adentró, y cambiar implicaba muchas cosas. Es un proyecto en el que hay etapas básicas y se van pasando a otros peldaños mas avanzados y complejos.

El proyecto comenzaba por asumir en donde creía estaban las banderas rojas y por donde comenzar. 

Use de guía los consejos japoneses del ikigai y me fui puntuando que tal estaba.

1. MANTENTE SIEMPRE ACTIVO, NUNCA TE RETIRES. Incluso después de haber terminado la vida laboral es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo. 
Mi evaluación. Tengo el mejor ejemplo en mi familia y la actividad no es mi problema.

2. TÓMATELO CON CALMA. Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: "Caminando despacio se llega lejos". Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.
Mi evaluación. Es una debilidad, necesito mejorar.

3. NO COMAS HASTA LLENARTE. También en la alimentación para una vida larga, "menos es más". Según la ley del 80%, para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.
Mi evaluacion. Es una debilidad, necesito mejorar.

4. RODÉATE DE BUENOS AMIGOS. Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones: con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar… En suma, vivir.
Mi evaluacion. Tengo buenos amigos.

5. PONTE EN FORMA PARA TU CUMPLEAÑOS
El agua que se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.
Mi evaluacion. Necesito mejorar, tengo sobre peso, he dejado de hacer ejercicio consistentemente.

6. SONRÍE. Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.
Mi evaluación. Soy una persona agradecida y con actitud positiva. Sin embargo pienso demasiado en el porvenir incierto en el país.

7. RECONECTA CON LA NATURALEZA
Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma. Aunque la mayoría de los seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza.
Mi evaluacion. Es una prioridad para mi desde siempre.

8. DA LAS GRACIAS
A tus antepasados, a la naturaleza que te provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.
Mi evaluacion. Es una prioridad para mi desde siempre.
9. SIGUE TU IKIGAI
Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el fin.
Si no lo has encontrado aún, como decía Viktor Frankl, tu próxima misión será encontrarlo.
Mi evaluacion. No lo he encontrado aun.  Es una tarea.
10. VIVE EL MOMENTO
Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado. #interior
Mi evaluacion. Debo mejorar.

Las familias desmembradas de Venezuela


No sabíamos a qué nos enfrentábamos. No nos preparamos ni económica ni emocionalmente.

En Venezuela nunca lo habíamos vivido. La emigración de los hijos. Nuestras familias se criaron juntas por muchos años. Los muchachos salían a prepararse pero para volver al país a emprender, a emplearse o a trabajar en negocios familiares.

Ya la inmigración a Venezuela los abuelos la habían vivido y muy sabiamente no la fomentarían...se les escuchaba siempre sembrados en Venezuela. Ellos se dedicaron a crear negocios para sus hijos y nietos. Fueron décadas, calculo desde 1940 hasta el 2010, maravillosos años en donde las mesas de comer eran largas independientemente del nivel económico.

El ciclo se rompió con consecuencias permanentes.

Nuestros hijos en un abrir y cerrar de ojos nos mostraban sus deseos de salir del país a toda costa. Desde la hija de la conserje hasta el hijo del dueño de una empresa familiar. Nos volvimos en un lapso muy corto familias desmembradas. Muchos lo vieron como algo temporal y otros más sabios lo pronosticaban como una separación definitiva. Los envíos de dinero, medicinas e insumos se volvieron el día a día, las conferencias remotas llegaron a nuestras familias mucho antes que la pandemia del covid del 2020. En Venezuela ya celebrábamos cumpleaños, día de la madre y demás en un spyke, luego en video llamada de whatsapp  o por zoom. Desde los abuelitos hasta los nietos se conectaban.

Después de estar separados desde el 2014 puedo decir que lo que aún no ha logrado solventarse ni con conexiones remotas ni envíos de enseres es la sensación de orfandad.  Al principio mientras el presupuesto daba los viajes eran frecuentes, pero ya en muy corto tiempo nos dimos cuenta de que el presupuesto había que administrarlo para viajes por muchos años mas y tuvimos que cortarlos. Hoy en día es muy frecuente familias que por varios años no se ven presencialmente. Nosotros somos una de ellas. Desde diciembre del 2019 no nos reunimos.

Cómo se lleva esto?.... es lo mas difícil. Por ello los abuelos inmigrantes nunca sugirieron la vuelta a emigrar, era un paso hacia atrás que evitaban volver a pasar. Las familias desmembradas, separadas y cuento allí a los amigos cercanos, es algo que duele a diario.

Lo que asombra es que los venezolanos criticábamos la forma de vida de la familia norteamericana en donde los muchachos al estudiar en la universidad dejaban su casa para siempre. Sin embargo, ello no es así. Las familias visitaban las universidades, los fines de semanas y feriados los muchachos regresaban a sus casas. La separación era una distancia que con un carro o un vuelo corto se solventaba.

Nosotros nos enfrentamos a una vivencia dramática, no natural, sólo digna de episodios de guerra.....es así, las familias se han separado como en una guerra, en donde las distancias son en la mayoría de los casos muy grandes, costosas y hasta inviables en términos de documentos, visas y demás obstáculos que pocos en el mundo lo padecen. 

Si me preguntan que es lo peor de vivir en Venezuela en este momento solo responderé una sola cosa.....tener a una familia desmembrada, separada, a la que no veo sino unos días cada par de años.

Pido a D/os que pronto podamos decir que esto cambio para bien.