lunes, 13 de octubre de 2014

Por que estoy aquí?

Estoy segura algún día mis hijos me preguntarán porque me mantuve en Venezuela por tantos años, cuando yo sabía que el país se convertía en un foco de deterioro, mediocridad., ausencia de valores, y una corrupción ya fuera de control..y para colmo con un auge de resentimiento social y antisemitismo, aunado a una profunda crisis económica que destruye a pasos agigantados toda la industria nacional.

Si esta es la Venezuela que tenemos y en la que se ha convertido, pero no es la Venezuela en la que nací y crecí. Cuando yo tenía la edad de Ustedes hoy, 14 y 18, vivía una juventud completamente libre, inocente, y mis sueños los veía tan tangibles que los podía casi tocar-.  Aquí me eduque en colegios de primera sin ser ricos, aquí hice amigas maravillosas, paseaba, bailaba, y salia sin celular porque no había  y no preocupaba a mis padres. Aquí estudie arquitectura, aquí conocí el amor de mi vida, un ser maravilloso, luchador y noble como siempre había querido tener a mi lado, aquí los tuve a Ustedes  y aquí he podido desarrollar mi carrera en una empresa familiar que me abrió sus puertas y me permitió crecer y convertirme en un líder seguro de lo que hace y capaz de llevar una empresa.

No pude identificar esta crisis como algo que se quedaba en nuestras tierras, y la confundí con una etapa temporal de la que saldríamos a flote sin problema. No fue así, y me equivoque en el diagnóstico. Subestimé a los ciudadanos, y ahora no reconozco a quienes comparten este hermoso país conmigo. Me convertí en minoría absoluta, en una especie en extinción sin darme cuenta...de  los poquísimos que no ha caído en las tentadoras ofertas de negocios ilícitos y comisionistas del gobierno, y ya me veo rara en el contexto...por no decir "galla", como dicen aquí. Soy de los que cayo en las desagradables consecuencias  de la ilegalidad en los procesos, y que sufrió en carne propia lo que es perder todo y volver a arrancar. Pero lo hicimos, y en Venezuela.

Mi realidad era muy distinta a la de muchos y no lo sabía, era muy joven para entenderlo en aquel entonces. Ahora que soy un adulto que ha vivido y experimentado el fracaso y también el éxito, la perdida irreparable de lo que mas se quiere, y que también ha vivido la ganancia de lo mas maravilloso que el mundo te puede dar; entiendo que este camino había que transitarlo como país.

Aveces sólo sufriendo se entiende y se comprende los errores. Pero cuando se es terco y obstinado; o cuando se carece de conocimiento, la cosa se torna difícil...... y en ese punto estamos ahora.

Este sufrimiento somos pocos los que lo llevamos en el corazón.El país le duele a pocos. Muchos en cambio disfrutan del sufrimiento, como quien se regocija en su venganza.

Esperanza? tenía hasta hace poco, y por eso queridos hijos me he mantenido aquí.

Tiempo de cambiar de rumbo? Lo posible es a veces mas lejano que lo que queremos y nos obliga a crear nuevos caminos que nos acerquen nuestros sueños.




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