El indeciso. Todo le da igual, no sabe tomar decisión, porque siempre depende de alguien que la toma por él. Nunca dice que algo esta bien, o mal...todo se esta analizando...puede que si o puede que no....imposible sacarle una sonrisa autentica..porque su status es siempre agradar y nunca salirse de control.
El gritón. El temperamental..que grita cada vez que las cosas no son como el las quiere...pero cuando es él el responsable de lo acontecido calla y esconde la mano. Son clientes que agradecen cuando están felices pero escupen insultos cuando no lo están. Atenderlo es no apto para personas sensibles. Se debe siempre mantener la distancia y no permitir traspasar la barrera del trato profesional...sólo para expertos!!!
El que sabe todo. El que es arquitecto aun cuando sea contador...porque el sabe lo que quiere y tu estas solo para anotar lo que el necesita. Claro, si lo que resulta no es lo adecuado, es tu responsabilidad.
El mala paga. El es encantador, se reúne mil veces, re-diseña los procesos una y otra vez, se tarda lo que quiere en tomar decisión y no le gusta pagar. El cree que tu trabajas en una fundación sin fines de lucro. Eso sí exige garantía como si ya hubiera pagado.
El Ocupado. Es el que nunca responde, pero es implícito que esta activo contigo. Es el que confía en tí, y que sabe que tú estas haciendo lo que él te pidió. Pero no responde un correo, ni una llamada. Cuando lo hace, debes dejar todo porque es factible no se repita la ocasión en un tiempo. Cuando logras reunirte vale oro la información. Paga si le haces seguimiento, porque es disperso. Te recomienda sin pedirlo. Requiere paciencia y mucho tacto, pero vale la pena si conoces bien lo que desea.
El decidido. El es rápido y desea las cosas expeditas. Si algo le gusta, lo expresa y toma decisión. El te recomienda sin pedirlo. Paga bien porque aprecia tu trabajo. Están extintos, si lo encuentras, cuídalo!!
El Urgido. es aquel que te pide todo para ayer. Pero después se toma su tiempo. Siempre está apurado y estresado. Quiere resultados de nuestra parte inmediatos, pero luego se dilata una eternidad tomando decisiones. Es una contradicción constante. Para exigir esta mandado a hacer, sin importar la urgencia con la que lograste responderle. Eso para el es un derecho. No te avisa si ya no te necesita porque esta en medio de una vorágine de cosas por resolver. No es fácil la cobranza de sus facturas.
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